En la mañana de hoy, parte del revoque del techo del sector que funciona como cocina en la Comisaría 6ta de Ingeniero Allan se desplomó. Afortunadamente, no se reportaron heridos entre el personal policial ni daños materiales, pero el suceso vuelve a encender alarmas sobre el estado crítico de la infraestructura de este edificio histórico.

La Comisaría 6ta, que opera en el edificio de la antigua estación del Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, se encuentra en un preocupante estado de deterioro. Este edificio, que debería ser símbolo de identidad y orgullo para los vecinos, enfrenta problemas estructurales severos: techos con goteras en todos los sectores, pisos flotantes de madera desgastados que revelan el piso de tierra, áreas de descanso en condiciones deplorables y ventanas deterioradas que apenas cumplen su función.

Desde las autoridades municipales se argumenta que no se realizan refacciones mayores porque el edificio será destinado a convertirse en un museo histórico y patrimonio cultural de Ingeniero Allan. Sin embargo, esta decisión no justifica el abandono de una dependencia esencial para la seguridad de la comunidad y el bienestar del personal que trabaja en ella.

La falta de mantenimiento no solo pone en riesgo la integridad física de los agentes policiales, sino que también refleja una alarmante desidia hacia la preservación de este patrimonio arquitectónico y cultural. Además, en épocas de lluvias, las goteras y el deterioro general dificultan aún más las labores cotidianas del personal.

Este edificio, que forma parte de la historia de Ingeniero Allan, debe recibir la atención y el cuidado que merece. La comunidad necesita que las autoridades municipales asuman su responsabilidad y tomen medidas inmediatas para garantizar la seguridad del personal policial y preservar este patrimonio. No podemos permitir que un símbolo de nuestra identidad se convierta en un riesgo para quienes trabajan en él, ni mucho menos que termine siendo testigo silencioso de la negligencia institucional.