Con rostros que parecen reales y discursos convincentes, los personajes creados con inteligencia artificial se multiplican en redes sociales y plataformas de video, y su objetivo es claro: engañarte y robarte.

En los últimos meses han comenzado a aparecer en internet personajes que no existen, pero que parecen personas reales. Se trata de creaciones generadas por inteligencia artificial que ofrecen consejos, tutoriales o promesas de fácil ganancia. Sin embargo, su verdadero fin es estafar a quien los mire, ya sea para sacarles dinero o hacer que instalen virus peligrosos en sus computadoras.

A diferencia de los «deepfakes», que imitan a personas reales, los personajes generados por IA son completamente inventados. No existen en la vida real, pero su apariencia y forma de hablar es tan convincente que muchas veces nadie nota la diferencia. Estos personajes suelen aparecer en videos publicitarios, especialmente en canales de YouTube que han sido hackeados o que han prestado sus cuentas a terceros.

Un ejemplo de esto es «Thomas Harris», un supuesto asesor financiero que promociona indicadores con inteligencia artificial para la plataforma TradingView. En sus videos, este personaje enseña cómo activar un modo secreto de desarrollo. Pero al seguir sus instrucciones, el usuario termina ejecutando un programa malicioso que le da acceso remoto a los ciberdelincuentes o les roba información sensible mediante programas como Lumma Stealer.

También hay otros nombres que circulan en internet, como Michael, Todd, Jane o Ben, todos personajes distintos que comparten un mismo objetivo: hacerte creer que con un simple código vas a generar dinero rápido. En realidad, estos videos inducen a las víctimas a ejecutar códigos maliciosos que vacían cuentas o roban información personal.


¿Cómo identificarlos?

  • Sospechá si la oferta es demasiado buena para ser cierta.

  • Revisá el canal: muchas veces la dirección o nombre del canal no coincide con el contenido.

  • Compará la descripción del video con la del canal. Si no coinciden, es posible que sea una estafa.

  • Si te piden copiar y pegar comandos en tu computadora, desconfiá.

  • Buscá a la persona en internet. Si no encontrás nada, es probable que no exista.

Los estafadores digitales se modernizan, y ahora ya no solo usan nombres falsos, sino caras y voces que no existen. Por eso, más que nunca, es fundamental estar atentos, dudar de las promesas milagrosas y chequear siempre la información antes de hacer clic. Recordá: si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente sea una trampa.